¿Cómo se pueden construir puentes y conexiones entre la comunidad latina y otras comunidades en Arizona? Fui a una conferencia reciente sobre este tema. Esta conferencia fue patrocinada por los Jesuitas.
Según el Sacerdote John Auther, nuestro sistema de inmigración está quebrantado. Alrededor de 12 millones de inmigrantes en los Estados Unidos son indocumentados. Existen en este momento pocas oportunidades de arreglar su situación legal después del año 2001. Los niños de estos inmigrantes sufren especialmente porque no hay buenas oportunidades para continuar la educación o buscar un buen trabajo. Finalmente hay mucha división entre las comunidades en los estados que han promulgado leyes estrictas contra los inmigrantes.
¿Cuáles son las soluciones? La iglesia católica tiene estas posturas: 1) una nación tiene el derecho de proteger su frontera pero no puede parar la migración de personas desesperadas 2) Necesitamos un camino corto para legalizar a los inmigrantes 3) Debemos establecer un programa para los trabajadores temporales.
Estas soluciones son prácticas pero debemos hacer más para construir estos puentes. En primero lugar, los dueños de las empresas deben participar en una solución. Escuché a la presentación de un dueño de una empresa de construcción y habló de sus dificultades de obtener buenos empleados antes de la recesión. Intentó de contratar empleados de otros estados. (Las personas no han querido trabajar en el calor). Hizo planes de exportar su trabajo a empresas en México también pero los abandonó después de la recesión. Según el Sr. Bailey, la economía necesita la migración para crecer. Los norteamericanos no quieren hacer este tipo de trabajo. La población en los Estados Unidos está estancada. Nos faltará mano de obra en el futuro. Espero que más personas de negocios como el Sr. Bailey puedan convencer los legisladores sobre la importancia de la migración en la economía de este país.
En segundo lugar es importante visitar a los indocumentados y escuchar sus historias. Fui a una presentación de 4 estudiantes de una preparatoria católica. Acaban de visitar Kino Border Initiative que está en Nogales, México. Esta organización ayuda los deportados y ellos hablaron con un hombre que vivió 20 años en los Estados Unidos antes de su deportación. Ahora no hay una posibilidad de ver su familia que vive todavía en los Estados Unidos. Han discutido también la historia de una mujer que fue capturada cuando regresaba de México, tiene 3 niños en los Estados Unidos y se siente perdida en Nogales, Sonora sin su familia.
Creo que esta experiencia ha cambiado la vida de los 4 estudiantes. Espero que más personas especialmente los jóvenes puedan ir a la frontera y compartir sus experiencias con otras personas. Necesitaremos cambiar los corazones de las personas para construir puentes entre las comunidades. No podemos combatir el racismo sin la voz unida de las comunidades hispanas y blancas.